domingo, 28 de diciembre de 2014

DIOS SIGUE SIENDO SOBERANO




EL PROCESO DE LA FE

LA VIDA CRISTIANA UN PROCESO DE FE


La vida cristiana es una vida de fe, todo cristiano fue llamado a vivir por fe, con fe, y en la fe.
Es un estilo de vida diferente a la del mundo y es un nivel de vida superior, elevado, una vida en una dimensión espiritual. Todo cristiano ha entrado a coexistir en la dimensión de la fe y la vida terrenal.
Textos base:
Lucas 17:5,6 /  Dijeron los apóstoles al Señor:  Auméntanos la fe.
Entonces el Señor dijo:  Si tuvierais fe como un grano de mostaza,  podríais decir a este sicómoro:  Desarráigate,  y plántate en el mar;  y os obedecería.
Mat 13:31,32 /  Otra parábola les refirió,  diciendo:  El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza,  que un hombre tomó y sembró en su campo;el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas;  pero cuando ha crecido,  es la mayor de las hortalizas,  y se hace árbol,  de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

En estos pasajes, relacionados a la fe y al reino de los cielos, el Señor hace una directa comparación entre la fe, y el grano de mostaza. Y luego nos  da a entender que asi como ese grano de mostaza entra en un proceso hasta convertirse en el árbol mas grande del huerto, asi la fe debe y puede crecer  dentro de un proceso similar.
Es en ese proceso, que nuestra fe crecerá, y ese proceso puede ser entendido en cinco etapas o niveles de fe.


1/SOMOS SALVOS Y  CRISTIANOS POR FE (primer nivel de la fe) Rom 10:9,10/  que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,  y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,  serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia,  pero con la boca se confiesa para salvación.
Ø  -todo  comenzó cuando oímos el evangelio, ahí  nació la fe en nosotros.
Ø  Porque la fe viene por el oir  y el oir el evangelio que es poder de Dios para salvación.
Ø  -creímos y  confesamos a Jesús
Ø  -por fe recibimos a Cristo, aun sin verlo.
Ø  -por fe fuimos perdonados y limpiados de nuestros pecados, aunque nadie vio como-
Ø  -por fe obtuvimos la salvación, nacimos de nuevo, nuestros nombres fueron escritos en el cielo, y fuimos adoptados hijos de Dios, sin embargo nada de esto lo pudimos palpar, ver ni sentir.
Ø  -pero a pesar de no verlo, hemos creído y desde ese entonces sabemos que algo bueno y grande ocurrió, porque hoy vemos que nuestras vidas han cambiado.

2/SEGUIMOS AL SEÑOR  Y  VIVIMOS CRISTIANAMENTE  POR FE-(segundo nivel de fe)

Ø  por fe hoy nos congregamos en la iglesia, ¿Por qué? Porque creemos que ahí encontramos a Dios.
Ø  por fe aprendimos a orar y le pedimos al Señor porque confiamos que el nos oye.
Ø  por fe  le cantamos y alabamos aunque no vemos si lo recibe,
Ø  por fe participamos de la santa cena, confesamos nuestros pecados, y muchas veces sentimos su dulce, calma y poderosa presencia en nosotros.
Ø  Por fe empezamos a cumplir  y  hacer  lo que  la palabra de Dios dice, adecuando nuestra vida sus mandamientos y enseñanzas, y vemos los cambios.
Ø  Por fe podemos recibir la llenura de su Espíritu Santo,  tenemos experiencias con su presencia, y  vemos respuestas a nuestras oraciones.
Ø  Por fe es que leemos y aprendemos mas de su Palabra y la compartimos con otros a quienes les invitamos a nuestras reuniones  seguros de que algo sucederá en sus vidas, y sucede.

3/APRENDER  A ANDAR POR FE –(tercer nivel de fe) 2Co 5:7  (porque por fe andamos,  no por vista);
Ø  Esta es la etapa en donde tenemos que aprender a depender solo de la fe
Ø  Es cuando las cosas no nos salen bien y en vez de mejorar empeoran, y solo nos queda la fe en Dios.   Hab. 3:17,18/ "Aunque la higuera no florezca  ni en las vides haya frutos,   aunque falte el producto del olivo  y los labrados no den mantenimiento,   aunque las ovejas sean quitadas de la majada  y no haya vacas en los corrales, con todo,  yo me alegraré en Jehová,   me gozaré en el Dios de mi salvación.
Ø  La etapa cuando aprendemos que Dios también dice que no –  2Co 12:8-10respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor,  que lo quite de mí.
Y me ha dicho:  Bástate mi gracia;  porque mi poder se perfecciona en la debilidad.  Por tanto,  de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,  para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Por lo cual,  por amor a Cristo me gozo en las debilidades,  en afrentas,  en necesidades,  en persecuciones,  en angustias;  porque cuando soy débil,  entonces soy fuerte.
Ø  Es la etapa donde aprendemos  a decir  “y si no …” confiando plenamente que lo que Dios disponga es lo mejor, aun cuando no nos hace sentir bien ni las cosas son como queremos;  Dan 3:17,18 / Nuestro Dios,  a quien servimos,  puede librarnos del horno de fuego ardiente;  y de tus manos,  rey,  nos librará. Y si no,  has de saber,  oh rey,  que no serviremos a tus dioses ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado….
Ø  En este nivel aprendemos a confiar que todo servirá para bien  aunque no lo entendamos ahora – Romanos 8:28- y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien …
Ø  En este nivel de fe no nos queda otra cosa más que la fe, confiar o confiar.   2Co 1:8,9Hermanos, queremos que sepan cuántas dificultades tuvimos en la provincia de Asia. Fue una prueba tan dura que ya no podíamos resistir más, y hasta perdimos la esperanza de salir con vida.  Nos sentíamos como condenados a muerte. Pero esto sirvió para enseñarnos a no confiar en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos.
Ø  En este nivel de fe, la fe se traduce en fidelidad, obediencia sin peros, confianza sin límites, entrega absoluta, donde lo único que importa es Dios- Salmo 73:25   ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?  Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Ø  En este nivel de fe, aprendemos que de nada nos sirve tener todas las cosas si no lo tenemos a Él, y por lo tanto entendemos que si lo tenemos a Él, no importa todo lo demás, porque con El lo tenemos todo.

4/ PELEAR LA BATALLA DE LA FE-(cuarto nivel de la fe)
1Ti 6:12  Pelea la buena batalla de la fe,  echa mano de la vida eterna,  a la cual asimismo fuiste llamado,  habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Jud 1:3  Amados,  por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación,  me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
Ø  En este nivel de fe ya no miramos como meros espectadores desde una cómoda platea  como otros pelean, sino que nosotros bajamos a la arena y somos los protagonistas de la historia.
Ø  En este nivel de fe ya no se trata de lo que la fe me puede dar a mi, sino de lo que yo puedo dar  y hacer por  mantener  en pie esa fe que me bendijo antes, para que siga bendiciendo a otros.
Ø  En este nivel de fe, la fe ya no es solo un medio para conseguir cosas, sino mucho mas, es  la razón por la que somos y estamos.
Ø  En este nivel nos damos cuenta que la fe es el único medio por el cual podemos conocer a Dios, y por lo tanto el único camino abierto para llegar a El , y lo debemos mantener abierto y  disponible para que tantos como puedan lo encuentren.
Ø  En este nivel de la fe, luchamos contra  doctrinas falsas, filosofías humanas y huecas, contra herejías, engaños  y  apostasías  que pretenden cerrar el acceso a Dios  y  desviar  el camino de salvación para otras personas.
Ø  En este nivel de fe, peleamos con poderosas armas espirituales,  desde  nuestros dones, y ministerios,  intercesión  y  compromiso  en la obra del Señor.
Ø  Nadie lucha por defender algo que no valora, en este nivel de fe están los que han comprendido el verdadero valor de la fe, que radica en conocer a Dios.
Ø  En este nivel de fe, aunque nos parezca contradictorio, es cuando  podemos padecer derrotas personales, pérdidas materiales, fracasos circunstanciales, persecuciones y hasta aun perder nuestras propias vidas por mantener en pie la fe verdadera.

5/  REPRODUCIR  EN OTROS LA FE VERDADERA-(quinto nivel de fe) 1Timoteo  1:2 //  a Timoteo,  verdadero hijo en la fe:  Gracia,  misericordia y paz,  de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.// 2Ti 1:5  trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti,  la cual habitó primero en tu abuela Loida,  y en tu madre Eunice,  y estoy seguro que en ti también.
Ø  Este es el último nivel de la fe, es el nivel en el que debemos reproducir hijos en la fe.
Ø  El nivel en el que logramos reproducir la misma fe que tenemos en las generaciones que siguen.
Ø  De nada serviría que nuestra fe solo nos beneficiara a nosotros y nos diera la vida eterna solo a nosotros.
Ø  La idea fundamental de la fe bíblica, es expandirse hacia los cuatro puntos cardinales, extender sus beneficios no solo en el ahora, sino también en el futuro, alcanzar no solo la generación actual, sino todas las generaciones venideras hasta la última generación de la humanidad.
Ø  Por eso es que la fe que el Señor hizo nacer en nuestros corazones, creció , nos enseño, nos cambio, produjo beneficios y milagros en nuestras vidas, es zarandeada y puesta a prueba por las distintas circunstancias adversas que pasamos, nos hace vivir los mejores momentos de su presencia, y poder, pero también nos hace atravesar los más densos y oscuros valles del desconcierto, la debilidad, el desaliento y la amargura, todo para sacar de nosotros lo mejor y la mayor pureza de la fe.
Ø  Esta es la fe que debemos sembrar en los corazones de nuestros hijos, esa es la fe no fingida, la fe pura y sin mezclas humanas, que debemos legarles a las próximas generaciones.
Ø  De esta fe no se habla mucho, o casi nada se predica, porque es mejor y más redituable hablar de los aspectos “positivos” y triunfalistas, que decir toda la verdad revelada en su Palabra.
Ø  Es estéticamente y comercialmente más conveniente hablar del aspecto exitista y prospero de la fe, que del lado doloroso, cruel, sacrificial, costoso y áspero de la misma fe.
Ø  A todos nos gusta quedarnos con la imagen de los “grandes héroes de la fe” de Hebreos 11 del verso 1 hasta el verso 34.
Ø  Pero  no a todos les simpatizan lo “otros héroes anónimos de la fe”, los del verso 35 al 40, que muestra la otra cara de la misma moneda.
Ø  Hay dos grandes mentiras que el diablo ha sembrado en las mentes de los cristianos, // la primera es que todas las confesiones religiosas llevan al mismo destino y son buenas. // la segunda es que debemos respetar las demás creencias y también que nuestros hijos decidan por su cuenta que camino han de seguir.
Ø  Hay una sola fe y un solo camino para llegar al Padre, y es Jesucristo únicamente. No hay otro camino ni mediador. Todas las demás creencias son falsos caminos de salvación, y conducen al infierno. (S.Jn 14:6 // 1ªTimoteo 2:5// Hechos 4:12)
Ø  Y en base a esto, como puedo respetar una mentira diabólica, una fe falsa que está conduciendo a mi prójimo a la perdición eterna? Y mucho menos como puedo dejar que el mundo o el diablo le inculquen a mis hijos, mi descendencia, mi sangre, que es lo que deben o no creer?
Ø   Dios mismo me dice que debo instruirlos desde niños para que cuando grandes no se aparten de la fe.
(Deuteronomio 6:7// Prov. 22:6)

Por ultimo, en este proceso o camino de fe que hemos emprendido, mas alla de la clasificación de niveles de fe que se expuso en este tópico, lo mas importante es que nos centremos solo en El, en Jesucristo, nada hay sin El, sin El nada somos y al fin y al cabo de El somos y dependemos.
Heb 12:2 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe,…(versión Biblia al Día)


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sábado, 27 de diciembre de 2014

El Divorcio en un Cristiano

Carta Abierta de un Cristiano en Divorcio

Estado civil divorciado, me imagino que de aquí a poco dirá en mis papeles personales, y es que me ha tocado a mi pasar por esta… ¿me habrá tocado a mi? … suena a suerte inesperada o destino ineludible. Pero será esto o será que es algo que lo construimos de a poco con el tiempo, o más bien lo venimos destruyendo de a poco?. Llegué a la conclusión de que, el divorcio o el matrimonio es algo que lo construimos de a dos. Creo que si un matrimonio anda, es  de a dos, y si no, pues  creo que ambos tienen responsabilidades en el asunto. En menor o mayor medida, pero lo tienen. No por nada dice la Biblia, “¿andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?”…
La palabra “divorciado”, aplicado a un cristiano, a primera vista parece algo contradictorio, como que es imposible que eso le suceda o lo lleve a cabo un hijo de Dios. Pues cae de maduro que nuestro Dios aborrece el divorcio, que no es la voluntad expresa de su creador, y por lo tanto no responde a su designio. Y si esto es así entonces un cristiano, un hijo suyo, no puede o no debiera tener nada que ver con esta palabra aplicada a su matrimonio. Pero así como los sueños a veces se hacen realidad, lamentablemente parece que también las pesadillas se pueden vivir en menor a mayor medida en la vida de un cristiano.
Divorcio, divorciado, suena a derrota…  suena a que el mal pudo más que el bien, a que en esa relación nos hemos dejado vencer de lo malo en vez de vencer con el bien el mal.
Divorciado, suena a derrota y fracaso personal … como que no logramos conseguir el objetivo del matrimonio, que no supimos entender de qué se trataba o que nunca le encontramos la vuelta al asunto …
Estado civil divorciado, suena a incertidumbre … un gran signo de pregunta sobre la cabeza de uno que tal vez lo seguirá de por vida. Porque no sabremos quizás si fui yo o fue la otra parte, si fuimos los dos o si no fue nadie, tal vez era algo que debía de ser, o que te puede tocar como en un sorteo de la vida, algo involuntario que aunque no quieras igual iba a suceder. Pero ¿será así? … que es? … como es la cosa? … incertidumbre … esa es la palabra aquí, porque podemos aplicarnos aquella pregunta hipócrita de judas al Señor cuando dijo “seré yo Señor?” … pero aquel al menos lo sabía con total certeza, nosotros en estos casos tal vez no, porque creo que ningún hombre o mujer de bien, se casan con el objetivo de divorciarse más adelante … no claro que no … todos nos casamos porque pensamos en ese momento que lo que allí comienza será para siempre en esta vida, al menos todo sincero cristiano lo hace así.
¡Sí!…, divorciado es igual a incertidumbre porque no alcanzamos a entender de quien es la culpa, desde cuándo o como empezó este proceso que termina con ese estigma en los datos personales de una persona. Sí, es incertidumbre porque no sabemos al menos del todo, si en la próxima funcionará o será nuevamente un fracaso, y no tenemos idea de cómo será eso. Que incertidumbre Señor!!! , que incierto se ve todo por delante!!… pero debemos seguir … encima eso… debemos seguir.
Divorciado es también sinónimo de estigma, porque de ahí en más en el ambiente cristiano evangélico, todos o la mayoría lo verán a uno con esa marca indeleble, invisible pero muy evidente, oculta pero expresa, de el tal hermano o la tal hermana que está divorciado/da …
Estigma … porque será? … porque habrá sido? … mmgmmm!! … mejor me cuido no sea que esa tal o ese tal “divorciado”, tenga algo malo … vaya a saber tal vez hasta sea contagioso …
Así somos, esa es la triste verdad dentro de la iglesia que supuestamente debe reflejar el amor incondicional de Dios … al menos de eso hablamos a voces, pero solo eso … solo lo hablamos …
“divorciado” … lo relacionamos con pecado, lepra o leprosos , con adulterio, o traición, con decepción, error, fracaso, peligro, desconfianza, no confiable, etc …
Pero que bueno sería  que también nos demos cuenta de lo que implica, que también lo podamos relacionar  y sin ningún margen de error, siempre a esta palabra “divorcio o divorciado”, con dolor, profundo dolor, angustia, tristeza, desolación, debilitamiento, desilusión, rechazo, desprecio y desamor. Es un decir, “mira no te quiero como sos, no amo lo que sos”, es inimaginable saber lo que se siente que la persona con quien conviviste durante  un determinado lapso de tiempo, que te conoce desde el amanecer hasta el anochecer de cada día, que sabe de tus flaquezas y de tus intimidades, se plante un día y te haga saber que ya no te acepta. Solo lo puede comprender aquel que paso por eso.  Eso pega muy hondo, es el peor golpe bajo que uno pueda recibir, … algunos se derrumban … si es que no están parados en la firmeza de su identidad en Cristo, y eso pasa generalmente, pues muchas veces los cristianos o cristianas, no estamos maduros en la fe, o en nuestra relación con el Señor.
A todo esto encima se suma la idea de no saber qué hacer, para donde ir, que se hace en estos momentos, y sentimos que no nos contaron toda la historia, o nos ocultaron parte de la verdad. Sentimos que no estamos preparados para casos como estos, que en nuestro manual de cómo ser cristiano, no está este tema, o me falta la pagina que habla de esto.
Pero pensando en esto, y buscando palabra que ayude en medio de tales circunstancias, me di cuenta de que cosas como estas ya están implícitas en diversos pasajes de la Biblia.
En el mundo tendrán aflicciones (incluido el divorcio)… pero confíen yo he vencido al mundo…
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas, (incluso el divorcio), ayudan a bien…
Aunque tus seres queridos, como tu padre, y tu madre (o cónyuge) te rechacen y abandonen, yo nunca te dejaré…dijo el Señor.

Gracias Señor, porque me amaste, llamaste y me aceptas aun sabiendo quien era, y quien soy , y que aun conociendo los errores que cometí, y cometeré, te mantienes fiel siempre a mi lado, y que seguro ya has provisto de antemano tu gracia para cada tiempo de mi vida.

domingo, 21 de diciembre de 2014

EL DIVORCIO EN MATRIMONIOS CRISTIANOS ... ¿ ES POSIBLE UN PLAN "B"?

REFLEXIONES
DIVORCIADOS Y RECASADOS CRISTIANOS ¿HAY UN PLAN "B"?


En la vida cotidiana cada vez que hemos iniciado algo, todos siempre tenemos en mente cómo queremos que se den las cosas y cómo deberían terminar tal o cual asunto, es decir, todos hacemos lo que hacemos con un objetivo en mente. Sin embargo, muchas veces por diferentes circunstancias, nos vemos obligados a improvisar en el curso de los acontecimientos, y hasta inclusive a abandonar, cancelar, o cambiar y modificar ciertos aspectos parcial o totalmente ,  eso que hemos emprendido. En otras palabras, teníamos un plan “A” pero tuvimos que terminar optando por continuar un plan  “B”.
En la Biblia encontramos diversos ejemplos de esta realidad que aunque nos cueste reconocerlo a veces, nos es otra cosa que el fracaso de un determinado emprendimiento o proyecto, y  el inicio de otro paralelo o distinto al plan original.
Encontramos entonces, por ejemplo, el primer cielo y la primera tierra, descritos en el libro de Génesis, y la promesa certera de unos segundos nuevos cielos y nueva tierra en Apocalipsis.  Además vemos un primer Adán, con su caída y conocidas consecuencias y efectos, como también la venida del segundo Adán, con su victoria en la cruz y la salvación para toda la humanidad por medio de El.
Encontramos  un  rey  Saúl, que decepciona y es desechado, junto a un David conforme al corazón de Dios levantado como rey en lugar de este otro. Y así sucesivamente, en diferentes aspectos de la historia bíblica, nos encontramos con que en ocasiones, el plan original de Dios, el plan “A”, aquel que representa el ideal o modelo del Creador, tuvo que ser forzadamente, readaptado o modificado por otro plan que obviamente no satisfacía aquel plan original, pero que en su contexto, alcanzaba para satisfacer las necesidades inmediatas, urgentes o esenciales de los protagonistas de  tal o cual historia.
Con el matrimonio y el divorcio pasa lo mismo, todos los que hemos iniciado este camino hemos visto y vemos aun, casos en los que parejas cristianas  y no cristianas, después de determinado tiempo, por diversas pero casi siempre muy parecidas razones, se enfrentan a una situación de separación o de divorcio temporal o definitiva, con las no felices consecuencias que le siguen, acompañado de  todo el drama,  la ardua y pesada tarea de subsistir en medio de tales dificultades,  y las complicaciones que todo esto acarrea para las partes intervinientes, incluidos los terceros,(hijos, familiares, etc)  quienes lamentablemente también sufren en diferente intensidad tal situación.
Pero la vida sigue, y el mundo sigue girando, y como tal, nosotros tenemos que continuar caminando, y para esto, al igual que aquel que cae en su carrera, tenemos que levantarnos, tenemos que seguir adelante, y, como en una carrera, siempre alguien nos tendera una mano, ponernos de pie, limpiarnos del polvo que ensucia, tomar unas profundas bocanadas de aire que nos renueve y  calme nuestro ánimo, reorganizar nuestras ideas para saber adónde queremos llegar, y cómo deberemos hacer para seguir de aquí en mas y  no volver a tropezar con la misma piedra.
Dios no desecha ni condena a quienes se encuentran en situación de divorcio o separación, todo lo contrario, en repetidas ocasiones en la biblia encontramos que el Señor nos ofrece perdón si hubiésemos pecado, restauración personal, emocional, y en nuestra comunión  con él, y muchas veces el milagro de la reconciliación matrimonial.
Sin embargo, de no producirse el milagro de la reconciliación, en su gracia y misericordia, Dios  permite que cada uno, en pleno uso de su libre albedrio, opte por iniciar una nueva relación con otra persona, siempre y cuando esté definitivamente disuelta la relación anterior, de lo contrario estaría cometiendo el pecado de adulterio.
Es entonces una opción, no la única salida a los conflictos matrimoniales, pero si una posible alternativa, un plan “B”, en la vida sentimental y matrimonial de todos los cristianos que estén o hayan atravesado dificultades puntuales en su matrimonio.
Creo firmemente que la restauración de un matrimonio es posible, y es lo que corresponde en la vida cristiana, pues esto responde al plan original de Dios, aun en casos de adulterio o infidelidad, siempre y cuando el cónyuge herido o defraudado, opte por perdonar al  cónyuge ofensor.

DIVORCIADOS Y RECASADOS CRISTIANOS - ¿Cómo seguir?

El perdón y la reconciliación son el mejor e ideal camino para los matrimonios que enfrenten situaciones de separación o divorcio, pero según cada caso particular, pues hay casos de violencia y maltrato físico, en donde si la vida de uno o de los hijos está en riesgo, es recomendable terminar definitivamente esa unión, pues a eso es que se refiere el apóstol cuando dice que ningún cristiano, o cristiana,  está llamado a ser esclavo de nadie sino que a libertad nos llamo el Señor.
Si prestamos atención a las palabras del Señor Jesús cuando hablo del divorcio, nos daremos cuenta que en realidad la voluntad de Dios es una sola, que el matrimonio sea para toda la vida, y cuando menciona la excepción al divorcio, dice expresamente que es “por la dureza de vuestro corazón”, o sea que aun en los casos más complicados de la relación matrimonial, todo dependerá de  la decisión que cada uno tome.
Además, en el mismo texto el Señor aclara, que eso del matrimonio para toda la vida, “era al principio” Mat 19:8  El les dijo:  Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;  mas al principio no fue así, … con esto entendemos que en el principio, antes del pecado, antes de que todo se tergiversara, al igual que todas las cosas buenas que el Señor creo, el matrimonio también sufrió, como todo lo creado, las consecuencias de la caída, y forma parte como otras tantas cosas, de el ideal o modelo original y primario que se perdió en el huerto del Edén.
Por supuesto que, de no existir una reconciliación, también  es posible el divorcio y recasamiento en la vida cristiana, es decir “el plan B”, pero creo que como cristianos debemos tomar muy en serio una nueva relación, y como tal, tomar todos los recaudos necesarios, hacer un profundo y exhaustivo autoexamen personal, e incluso pedir la ayuda eficiente de personas que nos ayuden a detectar cuales hayan sido los defectos o errores que nos llevaron al fracaso en la relación anterior, de tal modo que evitemos incurrir nuevamente en los mismos o nuevos errores que echen a perder ese plan B que iniciemos, porque tampoco es cuestión de seguir probando con las demás letras del abecedario hasta la “Z”,¿no?.
Creo que hay pasos concretos que debemos seguir para que el “plan B” de nuestra vida sentimental y matrimonial no termine en otra frustración,  pues al meditar en la parábola de los dos cimientos, el Señor nos muestra que cuando algo termina en fracaso, la razón radica en la falta de cimientos firmes, con lo cual nos enseña que “SI” es posible edificar algo, una vida, una familia, un ministerio o lo que sea, y “si” es posible hacer algo duradero y que se mantenga firme a pesar de las diversas dificultades y tormentas de nuestras vidas .
Creo que el primer paso para construir una buena relación es la restauración personal – debemos limpiarnos y sanarnos interiormente, ninguna decisión o elección deberíamos tomarla con un corazón herido y todavía sufriendo por lo pasado. Es sabido que la tristeza, el estado depresivo, y los sentimientos negativos, nos privan de un más efectivo uso de nuestro razonamiento, juicio y discernimiento imprescindibles en estos casos. Además en estas condiciones, cualquier persona es más vulnerable y propensa a errar o ser engañada.
Es necesario no dejarse llevar por las emociones heridas y los sentimientos insatisfechos propios de una separación, porque esto expone nuestra fragilidad  a nuevos golpes y dolencias que es lo que justamente debemos evitar. Por lo tanto, no debemos tomar a la ligera ninguna nueva relación, nunca empezar algo sin antes estar plenamente sanados por dentro de la experiencia anterior. Y jamás pensar o creer que la solución, la felicidad o la curación está en la otra persona, que él o ella es lo que se necesita para que todo mejore, porque es mentira y será todo lo contrario.
 Lo segundo que creo es necesario hacer, es planificar y proyectarse bien para dar este paso; tomar todos los recaudos necesarios y realizar los cambios adecuados en nuestra vida para que la nueva relación no sucumba en un nuevo fracaso y para que ninguna adversidad nos derribe o derrumbe nuestra vida personal, ante el primer viento que sople en contra.
En este sentido debemos ser maduros en nuestra forma de pensar y  para eso una de las cosas a tener en mente es ser realistas, aceptar que en toda relación hubo, hay y habrá conflictos, y que toda relación que involucre los sentimientos, siempre  producirá en menor o mayor medida, algo de dolor. El amor es sufrido … todo lo sufre … dice el apóstol en su carta a los corintios. Así que no seamos ingenuos, idealistas, ni fantásticos en nuestra percepción de las cosas.
Los otros cambios que deberemos hacer, dependerá de lo que  a cada uno le dejo como perdida la relación anterior. Algunos tendrán que acomodarse mejor en su economía, terminar sus estudios, hacerse de un titulo u oficio, o de una casa propia, lograr su independencia económica, restaurar su autoimagen, equilibrar su valoración personal, no subestimándose ni tampoco sobrestimándose, desarrollar sus talentos, descubrir o redescubrir su vocación, estimular y alentar el desarrollo de sus hijos si los tiene, en fin, cada uno deberá enfocarse en su restauración personal y establecer bases firmes antes de iniciar otra relación.
Y en tercer lugar, creo que debería imponerse a si mismo limites y pautas claras para relacionarse con otra persona, no apurarse a concretar ninguna relación sin antes haberse tomado el tiempo necesario y prudencial para conocer a la otra persona, su entorno, y sus características. Para esto ayudara mucho el conocimiento que le brinde los familiares, los amigos,  la iglesia y el pastor de cuya congregación sea miembro tal persona, porque cae de maduro que nunca debe unirse una persona cristiana con otra no convertida a Cristo, si es que no quiere otra vez fracasar en el matrimonio. Debería considerarse sinceramente si son compatibles, que expectativas tienen de la relación y que espera el uno del otro.
Paréntesis especial en este aspecto, nunca se debe pensar que seremos capaces de cambiar o de convertir en cristiano al cónyuge una vez que estemos casados, porque es un engaño. Nadie debe creerse el salvador de nadie ni pretender ser más eficaz que el Espíritu Santo. El matrimonio no es para curarse, ni para salvarse, ni para convertirse a Cristo, ni para ser feliz. Toda persona debe ser feliz, estar sana por dentro, ser salvo y convertido a Cristo antes de entrar al matrimonio, porque  ineludiblemente el matrimonio será la expresión fiel de lo que somos. No por nada el apóstol ya nos advirtió a  no unirnos “en yugo desigual”.
Creo que una de las causas más importantes del fracaso en el matrimonio, o lo que sea, es que no teníamos un plan o proyecto concreto del tipo de vida que queríamos o no medimos bien los costos y exigencias para alcanzarlo, cosa que el mismo Señor nos dice que debemos tener en cuenta antes de construir una casa o enfrentar una guerra –
En todo esto, los tres aspectos principales a tener en cuenta antes de llevar a cabo un plan B en la relación, el factor principal que nunca debe faltar es DIOS. Establecer claramente y en hechos concretos a Dios primero, y antes que todas las cosas. Esto tiene que ver con ubicar y ordenar las prioridades en nuestras vidas,  Sin Dios nunca podremos sanar nuestros corazones de las heridas causadas por las malas experiencias de cualquier orden de la vida, tampoco podremos iniciar obviamente la restauración personal necesaria, ni lograr el equilibrio adecuado para proyectarnos en nuestra vida, y por supuesto tampoco será posible un nuevo proyecto de vida o relación exitosa y duradera, si ante todo no ponemos a Dios, su Palabra y nuestra comunión con El, en el lugar que se merece , esto es en el Primer lugar de nuestro corazón . “amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con toda tu alma” y en segundo lugar amaras a tu prójimo como a ti mismo.
En este sentido, creo firmemente, que si ambos cónyuges tienen a Dios como prioridad en sus vidas,  ese matrimonio tiene menos probabilidades de terminar en fracaso.
Espero que Dios ilumine la mente y el corazón de todos aquellos hermanos y hermanas en la fe a quienes lleguen estas palabras, y es mi deseo que sepan que desde mi lugar personal, los entiendo en gran manera, y que los mismos padecimientos que esten atravesando en sus vidas a nivel sentimental, matrimonial, sexual, moral, espiritual y personal, los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo … como dice su Palabra en 1ª Pedro 5:9, aquí les transcribo en la version lenguaje sencillo. 1Pe 5:9 Resistan sus ataques confiando en Dios y sin dudar un solo momento. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes.


 



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viernes, 17 de octubre de 2014

LA VOZ DE LA FE - (La fe siempre se expresa con palabras audibles)

LA  FE   HABLA 
 LO QUE DICE   DIOS


Textos base:
Rom. 4:17  (como está escrito:  Te he puesto por padre de muchas gentes)  delante de Dios,  a quien creyó,  el cual da vida a los muertos,  y llama las cosas que no son,  como si fuesen.
2Co 4:13  Pero teniendo el mismo espíritu de fe,  conforme a lo que está escrito:  Creí,  por lo cual hablé,  nosotros también creemos,  por lo cual también hablamos,
Rom 10:10  Porque con el corazón se cree para justicia,  pero con la boca se confiesa para salvación.

Lectura anexa:
Gen 17:3-6//  Entonces Abram se postró sobre su rostro,  y Dios habló con él,  diciendo: He aquí mi pacto es contigo,  y serás padre de muchedumbre de gentes.Y no se llamará más tu nombre Abram,  sino que será tu nombre Abraham,  porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera,  y haré naciones de ti,  y reyes saldrán de ti.-
Gen 22:7,8 /  Entonces habló Isaac a Abraham su padre,  y dijo:  Padre mío.  Y él respondió:  Heme aquí,  mi hijo.  Y él dijo:  He aquí el fuego y la leña;  mas  ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham:  Dios se proveerá de cordero para el holocausto,  hijo mío.  E iban juntos.
Gen 22:12,13 /  Y dijo:  No extiendas tu mano sobre el muchacho,  ni le hagas nada;  porque ya conozco que temes a Dios,  por cuanto no me rehusaste tu hijo,  tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró,  y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos;  y fue Abraham y tomó el carnero,  y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

1- La  palabra hablada es parte de la  fe.
En la creación todo lo que se ve fue hecho de lo que no se veía , es decir su voz creativa, el verbo, el poder de las palabras de Dios.
De igual manera, desde la creación del mundo, hasta hoy, Dios ha venido actuando asi, primero lo dijo, y siempre luego se hizo.
Nuestro Dios es el único que llama las cosas que no son como si fuesen y luego así es.
Hoy mismo el se sigue moviendo y manifestando a nosotros por medio de su Palabra, esa palabra genera fe, esa fe nos salva, transforma, bendice, y nos impulsa a hablar a otros, que a su vez creen, y asi sigue…
La fe es el único medio por el que Dios ha decidido actuar en nuestras vidas, como dice Hebreos;”pero sin fe es imposible agradar a Dios, pues es necesario …”
La fe toma lo que Dios dice, lo acepta como su realidad,  habla con autoridad  esa palabra  y como resultado se activa el poder hacedor de Dios.

2- La fe  habla contradiciendo la realidad de este mundo
desde la entrada del pecado al mundo, su realidad existencial ha sufrido cambios para mal, y en contra del hombre y toda la creación,  que seguirá hasta la redención y  manifestación gloriosa del reino de Dios. Todo quedó  sujeto a maldición.
Como parte de la maldición del pecado, en la realidad de este mundo encontramos  enfermedades, dolor, sufrimiento, conflictos, desunión, injusticia, quebrantos, escasez, pobreza, miseria, muerte.
sin embargo por medio de la fe, esa realidad siempre ha sido contradicha, sobrepasada, y desecha cada vez que alguien se atrevió a creerle a Dios.
Por eso por ejemplo vemos:
un Josué que creyó que todo lo lugar que pisara Dios se lo daría, derribaron murallas  y vencieron gigantes, tomaron ciudades, no sin antes declarar lo que creía.
Un Gedeón  le creyó a Dios y declarando eso venció a todo un ejército  de miles de madianitas, con solo 300 israelitas.
Un profeta, una viuda y su hijo comieron con tan solo un puñado de harina y aceite por meses de sequia sin que se le agotara, porque hablo conforme a su fe en lo que Dios le dijo antes.
Y así tres amigos echados a un horno calentado siete veces mas, salieron sin quemadura alguna ni olor a humo siquiera …
Un soldado romano logro la sanidad de su criado porque creyó y declaro que solo con que el Señor diga la palabra, seria hecho el milagro.
Como hijos de un Dios que llama las cosas que no son como si fuesen, hemos sido predestinados y llamados por él para ser  la sal y la luz del mundo, por medio de nuestra fe que vence a este mundo-, y la palabra de nuestro testimonio. 1Jn. 5:4  Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo;  y esta es la victoria que ha vencido al mundo,  nuestra fe.

3- La fe  contradice nuestras circunstancias
En la vida de Abram sus circunstancias personales, estaban limitadas por la realidad de este mundo, nunca tuvieron hijos, el era ya viejo, su mujer era estéril, de edad avanzada , y ya no ovulaba. A las claras las circunstancias de Abram le decía que era imposible tener descendientes y mucho menos una nación que saliera de el.
Pero en medio de esa realidad, Dios lo llama y le dice que tiene otra realidad para el, y  Abram  elige creerle a Dios.
A quien estamos eligiendo creerle?, todo el tiempo aunque no estemos conscientes de ello, nos movemos creyendo en algo.
Las circunstancias personales en nuestras vidas también están limitadas a la realidad de este mundo, pero Dios tiene una palabra para cada situación de nuestras vidas, que contradice lo que vemos, y que nos desafía a cambiar o vencer esa realidad por la fe.
Heb. 13:5-6  Sean vuestras costumbres sin avaricia,  contentos con lo que tenéis ahora;  porque él dijo:  No te desampararé,  ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador;  no temeré  Lo que me pueda hacer el hombre.
Así en cada aspecto de nuestras vidas, por la fe en lo que Dios nos dice, podemos contradecir  nuestras circunstancias y ver el poder de Dios.
En la prueba, Dios dice no te desamparare …, podemos creer y decir …
En debilidades podemos decir todo lo puedo en Cristo …
En  la enfermedad podemos decir por su llaga ya fui sanado,
En escasez podemos decir que mi Dios suplirá todo lo que me falte …
En el pecado podemos decir que somos perdonados y limpiados en Cristo,

4- La fe   habla  declarando lo que Dios dice
La fe contradice las circunstancias y la realidad de este mundo porque no mira las cosas que se ven sino las que no se ven …
Porque no se enfoca en como uno ve las cosas sino en cómo las ve Dios.
Porque mira y  pone su atención en lo que Dios dice sobre tal o cual asunto.
La fe contradice con voz audible diciendo lo que dice la Palabra de Dios.
De ahí la importancia de conocer lo que Dios dice en su Palabra, para que cada vez que el enemigo nos ataque con sus mentiras y maldiciones, tengamos las palabras justas para contradecir sus embates en las circunstancias adversas.

5- Hablamos con la boca lo que creemos en el corazón-            Luc. 6:45  El hombre bueno,  del buen tesoro de su corazón saca lo bueno;  y el hombre malo,  del mal tesoro de su corazón saca lo malo;  porque de la abundancia del corazón habla la boca.(RV60)
Luk 6:45  . . . , porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.(BAD)
Aunque no nos damos cuenta, todo el tiempo estamos hablando y confesando lo que creemos, porque de lo que abunda en nuestro corazón hablamos.
La clave es que en nuestros corazones abunde la fe, llenándonos de la Palabra de Dios, para que enfrentemos cada situación declarando que las cosas son como Dios dice que son y no lo que este mundo ni el diablo nos pinta.

Para terminar … Heb 4:14

(BAD) Por lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.
(BL95) Tenemos, pues, un sumo sacerdote excepcional, que ha entrado en el mismo cielo, Jesús, el Hijo de Dios. Esto es suficiente para que nos mantengamos firmes en la fe que profesamos
(RV60)  Por tanto,  teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos,  Jesús el Hijo de Dios,  retengamos nuestra profesión.

Según el diccionario, “profesar” es hablar en público para admitir algo. La verdadera fe, la fe que nos acerca a Dios, que además produce toda clase de beneficios en nuestras vidas; la fe que conmueve el corazón del Señor y provoca que mueva su mano a nuestro favor, es la fe que no calla, la fe que dice, habla, expresa y siempre declara lo que cree, y eso que cree no es otra cosa sino lo que dice Dios.





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