COMO PODEMOS RELACIONARNOS CON DIOS
Introducción: como ya sabemos La vida cristiana no es una religión sino una relación. Y como tal no se trata de hacer cosas para Dios, sino de cuánto y cómo me relaciono con El. Y la idea de relación con Dios, no se trata de pedir y pedir cosas al Señor, sino que esa relación llegue a tal punto que seamos uno con él. Cuando llegamos a ese punto de relacion, nunca mas sentiremos que no somos escuchados ni que nuestras oraciones no son respondidas.
En la Biblia obviamente tenemos el ejemplo de los que lo lograron y podemos aprender de sus experiencias.
Para que podamos llegar a ese punto de relación íntima debemos acercarnos paso a paso hacia Cristo para crecer en nuestra relación intima y personal con El.
a- LA ORACIÓN – CUANDO YO LE HABLO Y HAGO CONEXIÓN CON DIOS-
La oración es la primera manera en que por lo general aprendemos a relacionarnos con Dios
1 Samuel 1:9-18 // :9 Después de comer, Ana se levantó calladamente y se fue a orar al santuario.[b] El sacerdote Elí estaba sentado en una silla cerca de la puerta del santuario del SEÑOR. 10 Ana estaba muy triste y lloraba mucho mientras oraba al SEÑOR.
12 Ana oró al SEÑOR durante largo rato. Elí observaba los labios de Ana mientras ella oraba. 13 Ella oraba de corazón. Aunque sus labios se movían, no pronunciaban las palabras en voz alta. Así que Elí pensó que Ana estaba borracha, 14 y le dijo:—¡Has tomado demasiado! Es hora de guardar el vino.
15 Ana contestó:—Señor, no he tomado vino ni cerveza. Estoy muy afligida y le estaba contando mis problemas al SEÑOR. 16 No piense que soy una mala mujer. He estado orando todo este tiempo porque estoy muy triste por tantos problemas. - 17 Elí contestó: —Ve en paz. Que el Dios de Israel te dé lo que pediste.
18 Ana dijo:—Espero que usted tenga un buen concepto de mí. Luego Ana se fue, comió algo y se sintió mejor.
Mateo 26:44-46 -
38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.
45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
Salmos 62:8:Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio.
En estos pasajes podemos ver en qué consiste orar;
ü se fue a orar al santuario Para orar necesitamos consagrar un lugar como santuario en donde podamos hablar a solas con Dios, y ese lugar no solo puede ser un templo sino cualquier lugar y momento en el que lo podamos hacer.
ü estaba muy triste y lloraba mucho mientras oraba al SEÑOR.// Mi alma está muy triste //Luego vemos que toda oración involucra nuestros sentimientos, que pueden ser de tristeza, enojo, indignación, confusión, etc. y que de eso se trata orar, de derramar nuestras cargas y pesares delante del Señor porque El cuida de nosotros.
ü oró al SEÑOR durante largo rato //La oración no debe tener un tiempo definido, se puede orar por horas, un largo rato como lo hizo Ana, o en pocas frases, como lo hicieron otros. No se trata de rellenar espacios con palabrerías, incluso es mejor a veces estar callados delante de su presencia. Orar el tiempo que nuestro espíritu lo necesite.
ü Ella oraba de corazón.// Esto nos enseña sobre la sinceridad, no se trata de elevar oraciones elocuentes con palabras que tal vez ni entendemos que significan, sino ser nosotros mismos, ser plenamente sinceros porque oramos al Dios que nos hizo y nos conoce antes de la fundación del mundo.
ü sus labios se movían, no pronunciaban las palabras en voz alta//. No es necesario gritarle a Dios u orar más fuerte para ser escuchados y que recibamos respuestas. La oración es nuestro tiempo de conversación intima con nuestro Dios, y con que El nos escuche ya es mas que suficiente para que veamos su poder obrando milagros y bendiciones a nuestro favor.
ü le estaba contando mis problemas al Señor // En nuestras oraciones, la idea es que descarguemos y hablemos con Dios sobre nuestros inconvenientes, y tal vez el de otros también, pero sin caer en una lista interminable de cosas que esperamos que el haga, recordemos que El es el Señor, nosotros sus súbditos y no al revés. No se trata entonces de decirle a Dios lo que queremos que el haga, sino de decirle lo que nos pasa y que El nos diga que debemos hacer.
ü Ve en paz. Que el Dios de Israel te dé lo que pediste.// Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora//. Tanto en el caso de Ana como el de nuestro Señor, la idea de orar es la de recibir una respuesta concreta al respecto de lo que oramos a Dios. Esa respuesta no siempre será la que nos gustaría recibir ni tiene que ser como nosotros lo queremos, pero lo que si debemos buscar en la oración es poder dejar esa carga y si bien no recibimos lo que pedimos como lo pedimos, sin embargo si recibir de Dios las fuerzas para resistir o superar esas circunstancias que nos estén aquejando.
ü se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.//. Dios espera que oremos las veces que sean necesarias según las circunstancias que estemos pasando, hasta recibir una respuesta concreta de su parte. Lo mismo hizo Jacob cuando lucho con el angel, lo hizo Pablo cuando oro repetidas veces, pero en ambos casos, cada uno recibió una respuesta distinta, uno un SI, y el otro un NO, pero con la gracia del Señor para sobrellevarlo. Entonces en toda oración lo que si debemos esperar es una respuesta concreta.
ü Luego Ana se fue, comió algo y se sintió mejor//. Una cosa si o si debe suceder después de toda oración que realicemos, luego de haber pasado tiempo a solas con nuestro Dios, no podemos seguir igual, algo diferente tiene que suceder, algún milagro debe ocurrir, alguna cosa tiene que cambiar en nuestras circunstancias externas o internas o en ambas. Y eso indefectiblemente nos debe dar paz. Cuando sentimos esa paz interior, sabemos que hemos vencido aquello que nos afligía, que estamos seguros y todo está en control de Dios.
b- LA ADORACIÓN – CUANDO YO LO ELOGIO Y LE RINDO HONOR-
La segunda manera en la que podemos relacionarnos con Dios es por medio de la adoración.
Concepto de Adoración:
ü Adorar es un verbo activo transitivo que tiene como significado de venerar, honrar, alabar y admirar a Dios manifestar, expresar y declarar un sentimiento de amor a alguien o alguna persona.
ü Se trata del acto de rendir tributo y homenaje o hacer reverencia a una persona o a una divinidad.
ü Es un estado del espíritu que implica el asombro de la persona ante Dios . Al adorar a la divinidad una persona se entrega a ella, poniéndose simbólicamente a su disposición y cumpliendo con lo que entiende que son sus mandatos.
2 Samuel 6:14-23
14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.
15 Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.
1 Crónicas 16:8-9
8 Alabad a Jehová, invocad su nombre, Dad a conocer en los pueblos sus obras.
9 Cantad a él, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
29 Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad.
34 Aclamad a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna.
2 Samuel 12:19-20
19 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.
20 Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió.
De estos pasajes podemos entender en qué consiste la adoración;
David danzaba con toda su fuerza. La adoración es en primer lugar una ofrenda física al Señor, es presentar nuestro cuerpo y energía y dedicarlo en tiempo y espacio para alabar a Dios. Es lo que hacemos cada vez que nos congregamos y consagramos ese tiempo para exaltar al Señor con nuestros cuerpos físicos como nuestros instrumentos musicales naturales.
con júbilo y sonido de trompeta. Toda adoracion a Dios debe incluir nuestras emociones, debe ser la fiel expresión de corazones agradecidos por todas la bendiciones recibidas, su gracia a nuestro favor y por lo que El es para nosotros.
Además la adoración incluye también el sonido de instrumentos musicales que también consagramos y lo dedicamos a exaltar su nombre.
invocad su nombre. La adoración también se puede hacer sin música, sin instrumentos, y sin danzas, con el simple hecho de invocarle, mencionar el nombre de Cristo junto a sus gloriosas virtudes y nuestro sentir. Decirle “Cristo eres hermoso”, “te amo Jesús”, “Cristo glorioso y poderoso”, “mi Dios tu eres Fiel”, etc.. son algunas de las tantas expresiones de adoración que debemos darle no solo cuando estamos en una reunión en el templo, sino que en toda ocasión y a cada momento del día.
Dad a conocer…sus obras// Hablad de todas sus maravillas. De eso también se trata la adoración, de contar lo que Dios ha hecho por nosotros, de hablar con todos los que podamos lo que nuestro Dios hizo, hace y también hará en nuestras vidas. Adorar al Señor es cuando damos testimonio a otros de cómo Cristo nos bendijo en tal o cual situación, o como nos bendice cada día. Es un acto de adoración, cuando le hablamos a otros del amor y la gratitud que sentimos por Cristo. Eso también es una manera en que debemos adorarle sin dejar las otras formas por supuesto.
Cantad a él. La adoración a Dios también lo hacemos cuando le cantamos a Él, y le dedicamos nuestras voces con diversas melodías. Las canciones pueden ser aprendidas en la iglesia o aquellas que salen de nuestro mismo corazón de forma espontanea y sin los arreglos propios de una canción procesada. Hay canciones cristianas con las que nos identificamos porque expresan lo que sentimos por el Señor, pero también si no las hay las podemos hacer y cantárselo en nuestra intimidad espiritual con Cristo.
Dad a Jehová la honra. Adoración a Dios, es también cuando somos reverentes y reconocemos su grandeza y poder delante de otros. Se trata más bien de hacer un reconocimiento público de respeto, admiración y gratitud a Dios para que los demás lo noten. No existe eso de honrar en privado, la honra se hace de manera pública.
Traed ofrenda. La adoración a Dios también incluye nuestros bienes. Así como cuando hacemos un regalo a alguien que apreciamos en alguna ocasión especial, así también, nuestra adoración a Dios se expresa cuando damos una parte de lo tanto que recibimos de su mano, como dijo el rey David. Esa ofrenda, esa adoración material además es algo valioso para nosotros, porque con ello le expresamos al Señor lo que sentimos por El, así como también el rey David dijo en esa misma ocasión, “no daré a Jehová nada que no me cueste”.
Postraos delante de Jehová. La adoración al Señor también lo hacemos como dijimos con expresiones corporales, y en este caso, se trata de reconocer por medio de un acto de humillación y sometimiento, al señorío y majestad del Rey de reyes y Señor de Señores. En este aspecto, mas allá de estar acostumbrados a orar de rodillas en señal de suplica, aquí la idea es que brota de una sensación de llenura de su presencia, cuando nos sentimos abrumados por su gloria y poder, algo así como cuando el apóstol Juan se inclino e intento adorar al ángel pero este se lo impidió, aunque lo de Juan era la reacción propia del ser humano ante la majestuosa y gloriosa presencia celestial.
Aclamad a Jehová. La idea de adorar aquí es que nuestra adoración debe ser también de manera ruidosa y no desapercibida. Aclamar es gritar y aplaudir, es otra forma en que debemos adorar a Dios, conlleva la idea de honrar públicamente pero con honores, sonidos estruendosos y gran algarabía. Asi también debemos adorar a nuestro Dios.
entró a la casa de Jehová, y adoró. Por último, la adoración también es un acto de aceptación y sumisión a la voluntad de Dios. Hasta aquí hemos visto que la adoración brota de un corazón agradecido, alegre, bendecido, que habla de sus maravillas, y como expresión de gozo, amor y plenitud.
Pero en este caso la adoración es también cuando le rendimos honor y gloria, con un corazón destrozado, un cuerpo enfermo, una situación amarga o un gran dolor personal. Es adoración a pesar de cómo nos sentimos, es adoración cuando no recibimos lo esperado pero aun sin entenderlo, reconocemos su grandeza y poder. Le adoramos porque le amamos y porque confiamos en el pase lo que pase.
c- LA CONTEMPLACIÓN – CUANDO YO LO DISFRUTO Y ME LLENO DE EL-
La tercera forma en la que nos podemos relacionar con nuestro Dios es la contemplación.
Salmos 27:4: Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Salmos 37:7: Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. …
Se dice de la contemplación que es un estado espiritual que vivencia una persona cuando logra abstraerse de sus pensamientos y sensaciones. Esa quietud mental se acompaña de paz interior y de la ocasión propicia para que el alma se despliegue en plenitud, siendo una experiencia de tipo mística.
En la experiencia cristiana sabemos que es un estado de nuestro espíritu en contacto con el Espíritu de Dios que habita en nosotros, pero que a veces en la vorágine de nuestras vidas cotidianas, perdemos esa conexión y nuestras vidas las relegamos solo al plano físico y las acciones automatizadas emocionales, racionales y volitivas de nuestra alma.
Pero en la adoración a Dios, en nuestra comunión con El, cuando llegamos al punto de la contemplación, todo aquello queda relegado a un segundo plano, y se prioriza el deseo de nuestro espíritu, “el nuevo hombre” como lo dice el apóstol Pablo, quien dice “se deleita en hacer la voluntad de Dios”.
En la contemplación, nuestro espíritu unido al Espíritu Santo, es el que se deleita, se nutre y es receptor de toda clase de bendición que la presencia, la gracia y la manifestación del Señor produce en la comunión.
